Título original: Centurion
Año: 2010
Nacionalidad: Reino Unido
Dirección: Neil Marshall
Guión: Neil Marshall
Producción: Christian Colson & Robert Jones
Fotografía: Sam McCurdy
Música: Ilan Eshkeri
Montaje: Chris Gill
Diseño de Producción: Simon Bowles
Dirección Artística: Jason Knox-Johnston & Andy Thomson
Decorados: Zoe Smith
Vestuario: Keith Madden
Reparto: Michael Fassbinder, Andreas Wisniewski, Dave Legeno, Axelle Carolyn, Dominic West, Dhaffer L'Abidine, JJ Feild, Lee Ross, David Morrissey, Simon Chadwick, Ulrich Thomsen, Ryan Atkinson, Paul Freeman, Olga Kurylenko, Jake Macken, Dermot Keany, Liam Cunningham, Noel Clarke, Dimitri Leonidas, Riz Ahmed, Imogen Poots, Dylan Brown, Rachael Stirling, Michael Carter, Tom Mannion, Peter Guinness…
romanos a la shakespeare
Anunciada a bombo y platillo a través de la televisión, se estrenaba hace apenas una semana en España, Centurion, lo que parecía ser una puesta a punto del género de romanos, o así es como se venía diciendo.
Para situarnos sólo tenemos que pensar en el comienzo del cómic de Goscinny y Uderzo, Asterix el galo, y trasladarlo a Britania, sólo que sin druidas ni poción mágica, porque allí eran así de brutos. También tenemos que tener en cuanta una cosa más, en esta película los buenos son unos romanos que son atacados por sorpresa en un fuerte fronterizo, del cual el único superviviente es el centurión Quintun Dias ---pronúnciese a la anglosajona, no a la latina--- (Michael Fassbender). Quien tras escaparse se unirá a la IX Legión del general Titus Virilus (Dominic West), que también serán atacados, haciendo a Virilus prisionero y siendo Quintus el único capacitado para liberara a los supervivientes al rescate de su general.
Por más que intento dilucidar cual es el tema de la película no lo consigo, no sé si es más una película de acción cuyo único atractivo es que está ambientada en la época de los romanos, o una película de romanos cuya único aliciente es que se desarrolla en la nieve. Tampoco sé si me están contando la historia de un centurión muy valiente que sale indemne de cualquier situación, o la de una pandilla de romanos que no es capaz de librarse de unos "bárbaros" que no se dejan someter.
No puedo negar que la ambientación, la fotografía y todo el aspecto estético de la película está muy conseguido, la acción está muy bien distribuida y las secuencias están perfectamente rodadas, que lo único que demuestra es que Neil Marshall tiene un buen sentido del ritmo, pero ¿qué quiere contarme? ¿tan sólo pretendía entretenerme durante 90 minutos? No hay nada más allá del maquillaje, el vestuario, las ridículas intenciones de verismo al hablar los bárbaros en un gaélico similar al que probablemente se hablaba en la época, pero entonces no entendiendo porqué los romanos hablan en inglés, ¿no debían, por lo menos, haber aprendido a pronunciar los nombres romanos en latín? Si es muy fácil, es prácticamente como leer español.
No es que uno se olvide de la película una vez vista, es que mientras la estás viendo estás deseando que termine porque, total, ya desde la primera aspiración estilística que les lleva a comenzar la película con un flashforward, se da uno cuenta de que no hay una ética de estilo, porque daba lo mismo que hubiera o no hubiera flashforward, no cambia el sentido de la película ni nos crea expectación sobre lo que va a pasar después porque ¡era un flashforwasrd de apenas ocho minutos! Si ya empezamos la película con un nivel tan bajo de pericia en el uso del lenguaje audiovisual, no podemos esperar más que un producto entretenido. A veces, ni eso.
Publicado originalmente en EXTRACINE
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