domingo, 8 de diciembre de 2013

La gran belleza


Título original: La grande bellezza
Año: 2013
País: Italia & Francia

Dirección: Paolo sorrentino
Guión: Paolo Sorrentino & Umberto Contrarello, basado en una idea original de Paolo Sorrentino, adoptada de una la película de Federico Fellini
Producción: Francesca Cima & Nicola Giuliano  
Fotografía: Luca Bigazzi
Música: Lele Martichelli
Montaje: Cristiano Travaglioli 
Diseño de producción: Stefania Cella 
Dirección artística: Ludovia Ferrario
Vestuario: Daniela Ciancio
Reparto: Toni Servillo, Carlo Verdone, Sabrina Ferilli, Carlo Buccirosso, Iaia Forte, Pamela Villoresi, Galatea Ranzi, Franco Graziosi, Giorgio Pasotti, Massimo Popolizio, Sonia Gessner, Anna Della Rosa, Luca Marinelli, Ivan Franek, Vernon Dobtcheff, Darioa Cantarelli, Pasquale Petrolo, Luciano Virgilio, Aldo Ralli, Giusi Merli, Giovanna Vignola, Anita Kravos, Ludovico Caldera, Maria Laura Rondanini, Francesca Golia, Massimo De Francovich, Roberto Herlitzka, Isabella Ferrari, Fanny Ardant, Antonello Venditti, Flaminia Bonciani… 

tortura con zafios aires intelectualices

Hay una secuencia que ilustra perfectamente mi experiencia viendo La gran belleza. Es aquella en la que Jep Gambardella (Toni Servillo), su protagonista, asiste a una performance al aire libre, a los pies de un acueducto. El público que asiste se muestra impasible cuando la artista que la realiza se coloca una venda en los ojos y arremete dándose cabezazos contra la fría piedra. Esa y no otra es la sensación que experimentó este espectador ante tan desagradable espectáculo —la película, que no la performance. La gran belleza es una obra rabiosamente violenta, no porque lo sea, sino por las sensaciones que despierta en el espectador.

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Carrie


Título original: Carrie
Año: 2013
País: Estados Unidos

Dirección: Kimberly Peirce
Guión: Roberto Aguirre-Sacasa, basado en una novela de Stephen King, anteriormente adaptado por Lawrence D Cohen
Producción: Kevin Misher  
Fotografía: Steven Yedlin
Música: Marco Beltrami
Montaje: Lee Percy & Nancy Richardson 
Diseño de producción: Carol spier 
Dirección artística: Nigel Churher
Vestuario: Luis Sequeira
Reparto: Chloë Grace Moretz, Julianne Moore, Gabriella Wilde, Portia Dounleday, Alex Russell, Zoë Belkin, Ansel Elgort, Samantha Weinstein, Karissa Strain, Judy Greer, Katie Strain, Barry Shabaka Henley, Demetrius Joyette, Arlene Mazerolle, Evan Gilchrist, Eddie Max Huband, Tyler Rushton, Connor Price, Jefferson Brown, Cynthia Preston, Philip Nozuka, Kyle Mac, Max Topplin, Mouna Traoré, Derek McGrath, Chris Britton… 

nosotros comemos mierda

Más allá de la demostración formal de Gus Van Sant con Psycho o de la declaración de principios de Michael Haneke con Funny games —el primero para demostrar que la película de Alfred Hitchcock era diferente siendo exactamente la misma, y el segundo porque la suya es la misma tanto si sus personajes hablan en alemán como en inglés—, la única motivación que Kimberly Peirce debe haber tenido para dirigir Carrie ha sido la de Virgil Starkwell en la que fuera ópera prima de Woody Allen: coger el dinero y salir corriendo… Quizás para hacer otra cosa que le interese más que una nueva adaptación de la que fuera primera novela publicada de Stephen King. De otra manera no puedo entender que este bodrio fuera obra de la misma autora de una película tan estremecedora como Boys don't cry...

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Bienvenidos al fin del mundo


Título original: The World's End
Año: 2013
País: Reino Unido

Dirección: Edgar Wright
Guión: Simon Pegg & Edgar wright
Producción: Tim Bevan, Eric Chasin & Nira Park  
Fotografía: Bill Pope
Música: Steven Price
Montaje: Paul Machliss 
Diseño de producción: Marcus Rowland 
Dirección artística: Peter Dorme & Nick Gottschalk
Decorados: Sara Wan
Vestuario: Guy Speranza
Reparto: Thomas Law, Zachary Bailess, Jasper Levine, James Tarpey, Luke Bromley, Sophie Evans, Samantha White, Rose Reynolds, Richrad Hadfield, Flora Slorach, Francesca Reidie, Charlotte Reidie, Pierce Brosnan, David Bradley, Michael Smiley, Simon Pegg, Alex Austin, Jonathan Aris, Nick Frost, Martin Freeman, Paddy Considine, Angie Wallis, Eddie Marsan, Paul Bentall, Richard Graham, Alice Lowe, Rafa Spall, Leo Thompson, Steve Oram, Julia Deakin, Greg Townley, Sebastian Zaniesienko, Luke Scott, Tyler Dobbs, Samuel Mak, Teddy Kempner, Mark Kempner, Rosamund Pike, Nick Holder, Darren Boyd, Paul Kennington, Michael Sarne, Reece Shearsmith, Nicholas Burns, Mark Heap, Kelly Franklin, James Granstrom, Gabe Cronnelly, Patricia Franklin, Bill Nighy, Mark Donovan, Ricky Champ, Ken Bones… 

quién dijo que el cine de autor estaba reñido con el humor y la fantasía

Estoy convencido de que muy pocos fueron capaces de predecir, a mediados de los años noventa, cuando Edgar Wright estrenaba su ópera prima, A fistful of fingers (1995), que estaban ante una rara avis de autor que sería capaz de hacer gloriosas ensaladas de body movies, salpicadas con toques de cine fantástico y de terror, sazonadas con prodigiosas dosis de sentido del humor. Lejos del cutre cine paródico de series como Scary Movie y similares, la clave del cineasta británico es que no se ríe del cine objeto que parodia, sino que le rinde tributo. Para ello no busca situaciones ridículas, sino que ubica a sus personajes dentro de una credibilidad fantástica, a la que se enfrentan como si verdaderamente le fuera en ello la vida.

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Una familia de Tokio


Título original: Tôkyô kazoku
Año: 2013
País: Japón

Dirección: Yôji Yamada
Guión: Yôji Yamada & Emiko Hiramatsu, basado en un guión de Yasujirô Ozu & Kôgo Noda
Producción: Kazutaka Akimoto, Hiroshi Fukazawa & Takashi Yajima  
Música: Joe Hisaishi
Montaje: Iwao Ishii 
Dirección artística: Mitsuo Dehawa
Decorados: Yukio Yuzawa
Vestuario: Kazuo Matsuda
Reparto: Isao Hasizume, Kazuko Yoshiyuki, Masahiko Nishimura, Yui Natsukawa, Tomoko Nakajima, Shozo Nayashiya, Satoshi Tsumabuki, Yû Aoi, Nenji Kobayashi, Jun Fubuki, Ryûichirô Shibata, Ayumu Maruyama, Chika Arakawa, Mai Nishida, Taiki Matsuno, Sôtarô Tanaka, Maki Isonishi, Kôen Kondô, Mitsuru Kato, Masayasu Kitayama, Mie Suzuki, Kozue Maki, Shinji Kodama, Yasuko Yamabuki, Yukimasa Natori, Tanomu Matsumoto, Kazuko Kudô, Aya Yokomori, Toshiya Tajima, Bon Ishikawa, Masashi Yamashita, Takayuki Ishino, Saeko Ozaki, Kyôsuke Hirono, Kaeko Göma, Yûko Hara, Masataka Kinoshita, Ken Hirano, shunichi Obinata, Natsumi Hatayama, Yûko Kurihara… 

igual que una familia de valladolid

Muchos somos los que nos rasgamos las vestiduras cuando surge algún cineasta que pretende hacer un remake de una obra que causó sensación en tiempos pretéritos. La mayoría de las veces estos productos se justifican con la excusa de que la ausencia de censura actual permite profundizar en algunos temas antes prohibidos o que los efectos especiales permiten llegar hasta donde antaño no se podía. Pero ¿qué pasa cuando te enfrentas ante una nueva versión de Cuentos de Tokio (Tôkyô monogatari, 1953) de Yasujirô Ozu? Que la intención de Yôji Yamada con Una familia de Tokio (Tôkyô kazoku, 2013), no parece ser tanto la de volver a contar la misma historia, como la  de demostrar que sesenta años después sigue siendo exactamente igual de emotiva...

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La huida (Deadfall)


Título original: Deadfall
Año: 2012
País: Francia & Estados Unidos

Dirección: Stefan Ruzowitzky
Guión: Zach Dean
Producción: Shelly Clippard, Ben Cosgrove, Gary Levinsohn & Todd Wagner  
Fotografía: Shane Hurlbut
Música: Marco Beltrami
Montaje: Arthur Tarnowski & Dan Zimmerman 
Diseño de producción: Paul D. Austerberry 
Dirección artística: Michele Laliberte
Vestuario: Odette Gadoury
Reparto: Eric Bana, Olivia Wilde, Charlie Hunnam, Patrick Kerton, Kwasi Songui, Kate Mara, Kris Kristofferson, Sissy Spacek, John Robinson, Job Daniel, Jocelyne Zucco, Treat Williams, Jason Cavalier, Maxime Savaria, Kyle Gatehouse, Tom Jackson, Allison Graham, Tomomi Morimoto, Nobuya Shimamoto, Cheryl Diabo, André Kasper Kolstad, Anie Pascale, Andrew Johnston, Sarah Booth, Alain Goulem, victor Cornfoot, Warona Setshwaelo… 

no se trata de acción, sino de emoción

Mucha gente tiene un concepto del cine independiente como películas que se centran en los sentimientos y emociones de sus personajes. Es una manera de diferenciarlo del cine de autor, en donde es más importante la capacidad del director para llevarse la historia a su terreno. En el caso de La huida (Deadfall, 2012), el cineasta de origen austríaco, Stefan Ruzowitzky, si bien no consigue exactamente lo segundo, alcanza de lleno el primer objetivo, sazonado además de grandes y contundentes dosis de adrenalina.

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