Título original: I Am Number Four
Año: 2011
País: EE.UU.
Dirección: D.J. Carso
Guión: Alfred Gough, Miles Millar & marti Noxon, basado en una novela de Jobie Hughes & James Frey
Producción: Michael Bay
Fotografía: Gillermo Navarro
Música: Trevor Rabin
Montaje: Vince Filppone & Jim Page
Diseño de producción: Tom Southwell
Dirección artística: Douglas Cumming, John B. Josselyn & Paul D. Kelly
Decorados: Maria Nay
Vestuario: Marie-Sylvie Deveau
Reparto: Alex Pettyfer, Timothy Olyphant, Teresa Palmer, Diana Agron, Callan McAuliffe, Kevin Durand, Jake Abel, Jeff Hochendoner, Patrick Sebes, Greg Townley, Reuben Langdon, Emily Wickerdham, Molly McGinnis, Brian Howe, Andy Owen, Sophia Caruso, Charles Carroll, L. Derek Leonidoff, Garrett M. Brown, Sabrina de matteo, Cooper Thomton, Judith Hoag, Jack Walz, Bill Laing, Beau Mirchoff, Cody Johns, Isabella Robbins…
aprendiz de Carrie
La venderán como una nueva franquicia para adolescentes en la línea de Crepúsculo (Twilight, 2008, Catherine Hardwicke), pero el caso de I Am Number Four, la película dirigida por D.J. Caruso, más parece dirigida al público infantil y familiar que a otra cosa. Esto no quiere decir que la película no funcione, tan sólo que la publicidad es engañosa.
Muchas veces nos quejamos de la falta de ideas en el cine, que tiende a hacer remakes y secuelas de productos de éxito, pero lo cierto es que al igual que en la serie basada en las novelas de Stephenie Meyer, I Am Number Four también procede de una adaptación literaria. En este caso otra colección de novelas escritas por Jobie Hughes y James Frey, bajo el seudónimo de Pittacus Love. Luego no se extrañen cuando vengan las obligadas secuelas. Y deberíamos empezar a plantearnos si en lugar de linchar a los cineastas, no deberíamos empezar a culpar a los editores por la falta de imaginación y la reiteración de clichés.
Desconociendo los trabajos previos del director de la cinta, lo cierto es que I Am Number Four no sólo parece un producto infantil, sino que además parece más orientado al mercado doméstico que para el cine, conscientes de que, siendo una serie orientada al sector familiar, van a poder sacarle mucha mayor rentabilidad en ese formato.
Quizás el mayor problema que reside en la película sea su falta de personalidad y una confusión de estilos y estéticas que les llevan a identificar a ciertas tribus urbanas con los extraterrestres malos, malísimos de la muerte, mientras los extraterrestres bondadosos se suman a una estética más American Way of Life. Aunque claro, quizás no sea confusión, sino un intento deliberado por demonizar a un colectivo, como el gótico, que realmente siempre se ha caracterizado por no ser nada violento.
Tratándose de un producto familiar, lo cierto es que sí podríamos decir que I Am Number Four tiene altas dosis de violencia, pero los padres (americanos) no deben preocupen, tendrá violencia, pero no se ve seno alguno. Las ligas de preservación de la moral deben haber estado muy encima del proyecto.
Tampoco es que la película no sea entretenida, dentro de su concepto es más coherente que otros filmes recientes que he visto dirigidos al mismo público, como El aprendiz de brujo (The Sorcerer’s Apprentice, 2010, Jon Turteltaub) o Percy Jackson y el ladrón del rayo (Percy Jackson & the Olympians: The Lightning Thief, 2010, Chris Columbus) —-esta última no es que no me gustara, es que no entendí nada. Y a decir verdad, algo interesante sí he encontrado en la película: el reflejo y la influencia del uso de las nuevas tecnologías por sus protagonistas. Tanto por el uso de los móviles para captar momentos insólitos, como la velocidad con la que se transmite la información gracias a Internet, así como los múltiples canales que existen para la distribución de la misma.
Y no es que sea la primera película en la que se refleje esta realidad, pero puede que llame la atención por la naturalidad y asimilación con que se transmite en sus jóvenes protagonistas. ¿Será este el verdadero poder de las nuevas generaciones?
Publicado originalmente en EXTRACINE
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