Título original: Mother and child
Año: 2009
País: España
& EE.UU.
Dirección: Rodrigo
García
Guión: Rodrigo
García
Producción: Lisa
Maria Falcone & Julie Lynn
Fotografía: Xavier
Pérez Grobet
Música: Ed
Shearmur
Montaje: Steven
Weisberg
Diseño de producción:
Christopher Tandon
Decorados: Lisa
Fischer
Vestuario: Susie
DeSanto
Reparto: Alexandria
M. Salling, Connor Kramme, Annette bening, Hielen Ryan, Samuel L. Jackson,
Naomi Watts, Cherry Jones, Ferry Washington, David Ramsey, Kay D’Arcy, Bradford
Alex, Jimmy Smits, Elpidia Carrillo, Simona Lopez, Carla Gallo, Marc Blucas, S.
Epatha Merkerson, Michael Warren, LaTanya Richardson, Shareeka Epps, David
Morse, Amy Brenneman, Tatiana Ali, Sean Scarborough, Ahmed Best, Brenda Ball, Verónica
Welch, Dawn Marie Deibert, Gloria Garayua, Elizabeth Peña, Lawrence Presuman,
Brittany Robertson, Lisa Gay Hamilton, Gabrielle Abitol, Karen Graci, Wugene
Collier, Evette Cord, Juliette Amara, Susan Bay...
preguntas y respuestas, fuerza y vulnerabilidad
Mother and Child,
la última película de Rodrigo García, que clausurara el Festival de San
Sebastián en su edición de 2009, no sólo nos permite acercarnos al
universo femenino explorando las diferentes relaciones entre mujeres que tienen
ese lazo invisible entre ellas, sino que demuestra la
solidez de un cineasta que
ha ido labrando su filmografía a base de relatos cortos.
Si en un principio pudiera parecer que repite su fórmula
característica para contarnos tres historias, la sutil concatenación con la que
enlaza las tres secuencias que suceden al prólogo en las que tras mencionar
Karen (Annette Bening) la edad que tendría su
desconocida hija mientras desayuna enlaza con Elizabeth (Naomi Watts), su hija, quien tras relatar en
su entrevista de trabajo que fue dada en adopción al nacer, concluye con ese “y
aquí estamos”, cuyo contraplano, en lugar de ser el de su entrevistador (Samuel L. Jackson), es la monja que escucha
una petición de adopción por parte de Lucy (Kerry Washington) y Joseph (David Ramsey), entrelazando unas relaciones en
las que, incluso los que parecen no tener importancia, la tendrán en un futuro,
o la habrían tenido en un pasado, enlazando las tres historias en una sola.
"Una persona dentro de persona: ciencia-ficción"
La riqueza del guión, construido también por Rodrigo García, se
extiende tanto hacia delante como hacia atrás, pues cualquier madre es también
hija y cualquier hija acabará siendo después madre. Las diferentes relaciones
establecidas entre las madres e hijas que pueblan su relato van completando un
abanico de relaciones completamente reconocibles en la
realidad cotidiana.
Los mejores momentos de la película
son aquellos en que los personajes se muestran absolutamente sinceros como el
emotivo momento del colgante, la entrevista entre la madre biológica y la que
será la madre adoptiva del bebé que dé a luz, la sincera retirada de Paul
(Samuel L. Jackson), Karen confesando su maltrecha maternidad… Momentos que
permiten el lucimiento de unos actores y actrices entregados a
sus personajes, siendo especialmente afortunadas las
interpretaciones de Samuel L. Jackson, que nos brinda un personaje muy atípico
en su filmografía, y, sobre todo, la espléndida Anette Benning que se permite
mostrar la vulnerabilidad de su personaje sin caer en la autocomplacencia.
"¿Siempre dices la verdad?"
"Es más fácil recordar la verdad"
Rodrigo García desarrolla su aproximación visual salpicando su
relato con precisos y preciosos encuadres. Entre lo poético y lo casual.
Intentando asemejarse a lo que sería un álbum de fotos e intentando pasar, a
toda costa, desapercibido. Siendo siempre lo que más le interesa,
indiscutiblemente, sus personajes y la evolución de sus relaciones y
sentimientos, a través de los que crea un juego de evocaciones en el que fijar
la mirada en una madre nos lleva a la hija, o viceversa; y de la misma manera
que el tono pesimista y melancólico de la película nos conduce hacia un mensaje
optimista y positivo.
Uno de los temas en
los que se centra el relato es tanto la responsabilidad de tomar decisiones,
como la necesidad de asimilar las de los demás. Un tema con el que reivindica
las decisiones de todas y cada una de las mujeres, sean para bien o para mal,
acertadas o erróneas, pero que no parten ni de la intuición ni del
razonamiento, sino de la emoción de sentir en su propio cuerpo un proceso que uno de los personajes de la
película tilda de ciencia-ficción. Un proceso que los padres y los hijos pueden
imaginar, pero nunca van a poder experimentar, a no ser por aproximaciones tan
emotivas y sensibles como esta que hace Rodrigo García.
Publicado originalmente en EXTRACINE
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