Título original: Eastern Plays
Año: 2009
País: Bulgaria
& Suecia
Dirección: Kamen
Kalev
Guión: Kamen
Kalev
Producción: Amguel
Christanov, Kamen Kalev, Stefan Piryov & Fredrick Zander
Fotografía: Julian
Atanassov
Música: Jean-Paul
Wall
Montaje: Kamen
Kalev & stefan Piryov
Reparto: Christo
Christov, Ovales Torosian, Saadet Aksoy, Nikolina Iancheva, Ivan Nalbantov,
Krasimira Demirova, Hatice Aslan, Kerem Radanov, Angela Nedialkova, Kaloyan
Lenkov, Velislav Pavlov, Ivan Penchev, Dr. Ivan Vitkov, Yosif Shamli, Samuil
Kisiov, Bogomila Nikolova, Silvi Christova, Deni Dodeva...
enfermedades
de la era postcomunista
Seleccionada por Bulgaria para representarle en la carrera por la nominación al Oscar a la Mejor Película de
Habla no inglesa y precedida por varios premios internacionales, Eastern Plays es, además, la ópera prima de Kamen Kalev, cuya labor ha sido premiada en
festivales como
el de Bratislava, el de Tokyo y el de Las Palmas.
Partiendo de un desolador recorrido por el paisaje urbano de la Sofia contemporánea, Eastern plays es una dura película que articula su mensaje a través
de un realismo agresivo, tratando de mostrar a través de dos
familias la difícil realidad de un país enfermo que todavía no ha completado su
viaje desde el comunismo hasta el capitalismo.
Una familia búlgara que tiene miedo de todo y una familia turca
que no le preocupa explorar lo desconocido, el abismal salto generacional de un
padre que vivió en el comunismo y confía en los medios de comunicación y en sus
políticos y unos hijos que no creen en nada de lo que les
ofrece su realidad actual, dos hermanos que toman caminos
diferentes para llegar al mismo sitio, una madre sumisa que acata sin rechistar
lo que su marido le ordena y una hija educada en una concepción de igualdad que
no entiende la sumisión como seña de identidad cultural…
El discurso de Kamen Kalev se
articula mostrando y denunciando lo que ve, intentando mantenerse al margen,
confiando en que el espectador sepa dar una oportunidad a sus personajes.
Quizás la única crítica que no se realice por contraste y se plantee de manera
clara y directa, sea la de la corrupción política que vincula con la
delincuencia callejera llevada
a cabo, con sólo por cabezas rapadas, sino por todo tipo de delincuentes a
sueldo. En este sentido el mensaje no es esperanzador, sino tremendamente
derrotista, aunque en cualquier caso, el final si ofrezca una ventana para que
entre la luz con un final abierto en el que el espectador deberá decidir por sí
mismo.
Resulta muy interesante la manera que tiene de evidenciar, más
que la globalización, los lugares comunes que tienen personas de la misma edad,
aunque sean de países diferentes. No lo digo sólo por los búlgaros y los turcos
que aparecen en la película, sino por su forma de vestir, la música que
escuchan, su manera de expresarse artísticamente, e incluso su forma de evasión
a través del alcohol o las drogas, que es común a los jóvenes de cualquier
cultura contemporánea.
En un discurso tan cercano al documental, o al reportaje en este
caso, la mayor parte de la responsabilidad recae sobre el
reparto, encabezado en este caso por un espléndido Christo Christov que lleva sobre sus hombros el peso de
casi toda la película, algo realmente sorprendente para un actor primerizo, más
que nada porque con los actores occidentales (y sobre todo con los que vienen
Hollywood) solemos ser mucho más permisivos alegando que están empezando.
El tono realista y deprimente y la reincidencia sobre el factor
político como causante de los males de la sociedad actual me hace recordar otra película reciente que también vino del Este, Slovenka,
en la que los personajes se movían dentro de la misma desesperación por
adaptarse a su nueva realidad social y política.
Intuyo
que Hollywood puede asustarse con esta sutil crítica al capitalismo y los
fantasmas que crea su violenta irrupción en los países que han vivido bajo un
largo período comunista, sobre todo cuando se expresan de esta manera tan sucia
y realista, por lo que dudo que llegue a ser candidata en la carrera por el
Oscar, pero no por eso vamos a dejar de desearle todo lo
mejor.
Publicado originalmente en EXTRACINE
Hola, he podido ver este fin de semana esta película que me ha encantado. Veo que te has fijado más en el aspecto "social" de la película, pero a mi me ha interesado más el lado introspectivo, especialmente del protagonista (Christo Christov) que por cierto lleva la película sobre sus hombros. Me he fijado más en el desarraigo familiar, la soledad, el desamor -en sentido amplio- y el encuentro con uno nuevo (ajeno a su sociedad y tradición) y esperanzador. Hay un momento que se produce una inflexión entre la parte que tu bien comentas, y la definitiva aparición del lado humano del protagonista. Por cierto, es una producción muy modesta. Me ha agradado mucho ver que hay un post dedicado a esta película, y me gustaría profundizar algo en ella (creo que tiene más jugo que el que aparenta). Volveré a visitarte, un saludo.
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