Título original: Rush
Año: 2013
País: Estados Unidos, Alemania & Reino Unido
Dirección: Ron Howard
Guión: Peter Morgan
Producción: Andrew Eaton, eric Fellner, Brian Grazer, Ron Howard, Peter Morgan & Brian Oliver
Fotografía: Anthony Dod Mantle
Música: Hans Zimmer
Montaje: Daniel P. Hanley & Mike Hill
Diseño de producción: Mark Digby
Dirección artística: Daniel Bhour, Katrina Dunn, Patrick Rolfe, Ivan Weightman & Chrsitopher Wyatt
Decorados: Michelle Day, Petra Klimek & Thorsten Sabel
Vestuario: Julian Day
Reparto: Chris Hemsworth, Olivia Wilde, Natalie Dormer, Daniel Brühl, Alexandra Maria Lara, Tom Wlaschiha, Pierfrancesco Favino, Joséphine de La Baume, Jaime Sives, Julian Seager, Lee Nicholas Harris, Jay Simpson, Christian McKay, Patrick Baladi, Lee Asquith-Coe, Hannah Britland, Kristofer Dayne, Lisa McAllister, Alistair Petrie, Cristian Solimeno, Chris Cowlin, Colin Stinton, Vanessa Zachos, John Duggan, James Norton, Raffaello Degruttola, Graham Curry, Brooke Johnston, Lee Craven, Val Jobara, Luca Zizzari, Erich Redman, Alessandro De Marco, Guy W J Mayfield, Trent Owers, Lukas DiSparrow, Xavier Koieyama, Antti Hakala, Richard Herdman, Jensen Freeman, masashi Fujimoto, Aaron Ly, James Michael Rankin, Nathanjohn Carter, Hans-Eckart Eckhardt, Julien Vialon, Jamie de Courcey, Santi Scinelli, Robert Chrsitopher Austin, Filippo Delaunay, Morris Minelli, Simon Taylor, Marcello Walton, Ilario Calvo, Alexander Bracq, Shaun Lucas, Polly Furnival, Nigel Genis, Gerald Tomkinson, Andy Joy, Martyn Moore, Robert Finlay, Eddie Ruben, Sid Man John Heartstone, Zack Eisaku Niizato, Pete Meads, Jon L. Morris, Alan Low, Roddy Button, Butchy Davy, Siong Loong Choong, Cris Penfold, Ricardo Freitas, Ross McKinnon, Jeremy Oliver, Jonathan Whittaker, Carl Robinson, Sami Tesfay, Rob Cavazos, Stuart Mulcaster, Tom Whelehan, Klaus D. Mund, Harry Dave McLaren, Dirk Schilling, Ignacio Guirado, Roland Watson, Max Manganello, Jason Ebelthite, Max Hastings, Fabio Vollono, Daniel Chapple, Christopher Wolert, Luca Naddeo, Marios Nicolaides, Marco Canadea, Paolo Barone, steve Parker, Raymond Glen, Kyriakos Georgiou…
el encanto de la insensatez
Muchos no dábamos un duro por Ron Howard después de bodrios descomunales como Una mente maravillosa (A beautiful mind, 2001), El código Da Vinci (The Da Vinci code, 2006) o su secuela. Y teníamos toda la razón del mundo, porque estamos ante uno de los cineastas más insoportablemente sobre valorados del cine contemporáneo. Qué sería de él si no se cruzasen en su camino profesionales extraordinarios como el guionista Peter Morgan, que fuera uno de los responsables de El último rey de Escocia (The last king of Scotland, 2006, Kevin Macdonald) y autor absoluto de La reina (The queen, 2006, Stephen Frears) y El desafío - Frost contra Nixon (Frost/Nixon, 2008, Ron Howard), que vuelve a conseguir un extraordinario guión apoyado única y exclusivamente en la relación que se estableció entre los dos protagonistas que, más que de tratarse de una enemistad, es el perfecto ejemplo de cómo la influencia indirecta del otro puede servir para forjar la personalidad de uno mismo.
De entrada agradecer a Ron Howard (o a los productores de la película) que haya optado por la verosimilitud lingüística, permitiendo que cada uno de los personajes hable en su propio idioma, o en función del lugar en el que se encuentran. Una elección que juega en favor de la autenticidad del conflicto de los personajes, confiriendo una mayor autenticidad a su historia. Asimismo, y como suelo decir en producciones de este tipo, el trabajo de fotografía, dirección artística y vestuario, también juega muy en favor de la película, haciéndonos creer que estamos realmente en los años setenta y no en una fiesta de disfraces.
Resulta realmente gratificante comprobar la simbiosis entre actor y personaje que se produce, principalmente, en el caso de Chris Hemsworth y James Hunt. Igual que Niki Lauda termina por apreciar los valores humanos de su contrincante en los circuitos de Fórmula 1, se agradece descubrir detrás de la coraza física del actor que ha sido Thor (2011, Kenneth Branagh) y del leñador en Blancanieves y la leyenda del cazador (Sonw White and the huntsman, 2012, Rupert Sanders), haya un actor capaz de comunicar, transmitir sentimientos y emociones y crear hasta un gran personaje. Todo un descubrimiento porque estamos ante un personaje que bien podría haber caído fatal. Sin embargo, Hemsworth consigue interpretarlo con sobrada convicción, dejando traslucir las contradicciones del personaje y su voluble personalidad, pero sin dejar de lado su carisma y encanto.
Lástima que Daniel Brühl no consiga lo mismo con su interpretación de Niki Lauda. No sé si es tanto por la peluca y la dentadura o porque de donde no hay no se puede sacar, pero es el único integrante del reparto que parece estar en la función de fin de curso de su colegio, sin conseguir otra cosa que una caricatura muy lejana de lo que se intuye era su personaje. Una década después de Good bye, Lenin! (2003, Wolfgang Becker) me da la impresión de que todo le ha venido demasiado grande al actor catalán, igual que a Ron Howard, que pasa totalmente desapercibido en una película pequeña, pero intensa y contundente, sobre todo gracias a la profesionalidad y buen hacer de sus colaboradores.
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