Título original: The Vow
Año: 2011
País: Reino Unido, Francia, Alemania, Australia, Brazil y EE.UU.
Dirección: Michael Sucsy
Guión: Jason Katims, Abby Kohn & Marc Silverstein, basado en una idea original de Stuart Sender
Producción: Gary Barber, Roger Bimbaum, Jonathan Glickman & Paul Taublieb
Fotografía: Rogier Stoffers
Música: Michael Brook & Rachel Portman
Montaje: Melissa Kent & Nancy Richardson
Diseño de producción: Kalina Ivanov
Dirección artística: Brandt Gordon
Decorados: Jaro Dick
Vestuario: Alex Kavanagh
Reparto: Rachel McAdams, Channing Tatum, Jessica Lange, Sam Neill, Jessica McNamee, Wendy Crewson, Tatiana Maslany, Lucas Bryant, Scott Speedman, Joey Klein, Joe Cobden, Jeananne Goossen, Dillon Casey, Shannon Barnett, Lindsay Ames, Kristina Pesic, Brittney Irvin, Sarah Carter, Angela Vint, Rachel Skarsten, Bill Turnbull, Dharini Woollcombe, Rosalba Martini, Jeff J.J. Authors, Roland Rothchild, Jonathan Psaila…
postales desde el pasado
La proliferación de las denominadas comedias románticas -que de comedias tienen bien poco y de románticas (en relación al romanticismo) mucho menos-, no sólo provocan que cuando surgen versiones opuestas, como serían los dramas románticos, la respuesta del público sea tan favorable sino que, a priori, las premisas que estas establecen sean más interesantes. Quizás por eso Rachel McAdams prefiere acerarse más a este tipo de propuestas, como ya hiciera con El diario de Noah (The Notebook, 2004, Nick Cassavettes), reincidiendo con The Vow en una historia en la que los sentimientos son el principal motor de la historia.
El hecho de que esté basada en hechos reales, no aporta más credibilidad a la propuesta, pues su premisa inicial es lo suficientemente interesante como para motivar a cualquier espectador que no sea habitual consumidor de este tipo de películas. Y es que es en los sentimientos donde radica el punto de partida de The Vow, que plantea la posibilidad de que ante un hecho tan inesperado como una amnesia provocada por un accidente, una persona pueda volver a sentir lo mismo que sentía hacia otra persona antes de tener ese accidente.
A pesar de que la película consigue que nos interesemos verdaderamente por la suerte de los personajes que interpretan a la perfección tanto Rachel McAdams como Channing Tatum, hay algunos aspectos del recorrido que consiguen evitar que The Vow sea tan interesante como su premisa pronostica. De hecho, más que expresarse y explorar verdaderamente su idea, Michael Sucsy tan sólo parece pretender recrear una fórmula rentable, porque aunque sean creíbles todo lo que actores y actrices transmiten, no lo son ni esas arquetípicas caracterizaciones de artistas bohemios entre los que viven Paige (Rachel McAdams) y Leo (Channing Tatum) en su presente, ni esos extraordinariamente rancios republicanos entre los que vivía ella antes. No se trata de que no me crea tanto las caracterizaciones, como que una persona como Paige pueda pasar de un mundo a otro con esa facilidad.
Asimismo encuentro demasiado simplona la relación entre escuchar música a todo volumen con un desarrollo libre y espontáneo de la creatividad, o vestuario informal con profesión liberal. Voy a ahorrarme lo que me parece la boda en museo que, lejos de representar para un servidor la personalidad de una pareja “alocada”, simboliza su falta de originalidad, ¿es realmente a eso a lo que aspiraría una pareja bohemia? ¿en un museo? Quizás este tipo de detalles delatan que estamos verdaderamente ante un producto perfectamente calculado cuya intención final no son realmente los sentimientos, sino la recaudación.
Destacar si acaso la presencia de Jessica Lange, en un personaje encantadoramente odioso, al que no consigue acercarse, como casi nunca lo hace, el suave y liso flequillo de Sam Neil. Por lo demás, si el argumento no deja de ser interesante y el final de la película pueda resultar algo más satisfactorio de lo que se podría esperar, en muchos momentos decae la acción, el ritmo y la atención en general.
Publicado originalmente en EXTRACINE
No hay comentarios:
Publicar un comentario