sábado, 10 de agosto de 2013

Renoir


Título original: Renoir
Año: 2012
País: Francia

Dirección: Gilles Bourdos
Guión: Gilles Bourdos & Jérôme Tonnerre con la colaboración de Michel Spinosa, basado en el trabajo de Jacques Renoir
Producción: Olivier Delbosc & Marc Missonnier  
Fotografía: Ping Bin Lee
Música: Alexandre Desplat
Montaje: Yannick Kergoat 
Diseño de producción: Benoît Barouh 
Vestuario: Pascaline Chavanne
Reparto: Michel Bouquet, Christa Theret, Vincent Rottiers, Thomas Doret, Romane Bohringer, Michèle Gleizer, Laurent Poitrenaux, Annelise Heimburger, Sylviane Goudal, Solène Rigot, Emmanuelle Lepiutre, Carlo Brandt, Thierry Hancisse, Alice Barnole, Jean Adrien Espiasse, Jean-Marc Bellu, Antoine Champème, Cecile Rittweger, Joséphine Chillari, Marion Lecrivain, Flora Balbo, Hervé Briaux, Stuart Seide, Paul Spera, Hélène Babu, Marie Gili-Pierre… 

una vida en el campo, que fluye con el río

Si se suele considerar a Orson Welles como el padre del cine moderno estadounidense, los cineastas europeos tienen en la nunca bien ponderada figura de Jean Renoir el auténtico precursor del cine moderno europeo. Flamante precedente de la nouvelle vague, el director de películas claves de la cinematográfica francesa, como Los bajos fondos (Les bas-fonds, 1936), La gran ilusión (La grande ilusion, 1937), La regla del juego (La bête humaine, 1938) o El río (The river, 1950), tuvo la destreza de integrar el bagaje cultural impresionista de su padre, Auguste Renoir, en aquel naturalismo poético de entre guerras del que se convertiría en máximo exponente. Basándose en el trabajo de Jacques Renoir, nieto del pintor y sobrino del cineasta, Gilles Bourdos articula un biopic atípico, Renoir, que nos sitúa en el momento de transición del lienzo a la pantalla, cuando la pintura, que capturaba la vida en un instante estático, dejaba paso al cine, que capturaba la vida en movimiento. Su película aprovecha las mejores cualidades del pintor para fusionarlas con las del cineasta, consiguiendo una obra que sirve de homenaje tanto para uno como para el otro, sin dejar de lado la poderosa influencia que Andrée, posteriormente conocida como Catherine Hessling, tendría al encaminar el camino de Jean hacia el cine.

Crítica completa en 400Films

No hay comentarios:

Publicar un comentario