Título original: Den skaldede frisør
Año: 2012
País: Dinamarca, Suecia, Italia, Francia y Alemania
Dirección: Susanne Bier
Guión: Anders Thomas Jensen, basado en una idea original de Susanne Bier & Anders Thomas Jensen
Producción: Sisse Graum Jorgensen & Vibeke Windelov
Fotografía: Morten Soborg
Música: Johan Söderqvist
Montaje: Pernille Bech Christensen & Morten Egholm
Diseño de producción: Peter Grant
Dirección artística: Tamara Marini
Vestuario: Signe Sejlund
Reparto: Pierce Brosnan, Kim Bodnia, Trine Dyrholm, Paprika Steen, Sebastian Jessen, Bodil Jorgensen, Stina Ekbland, Birthe Neumann, Line Kruse, Molly Blixt, Egelind, Christiane Schaumburg-Müller, Rikke Louise Anderson, Micky Skeel Hansen, Frederikke Thomassen, Ciro Petrone, Philip Zandén, Thomas Voss, Christiane Rohde, Marco D'Amore, William Salicath, Thomas Jessing, Maria Helena Guggenheim, Maria Stenz, Sebastian Lund, Anne O. Pagh, Simone Nielsen…
postales desde italia
Me parece que alguno va a terminar dándole la razón a Lars Von Trier. Sobre todo después de ver la última película dirigida por Susanne Bier, Den skaldede frisør. Como bien se deduce de su título en España, Amor es todo lo que necesitas, se trata de una comedia romántica en la que el único rasgo en común que podremos encontrar con su premiadísima anterior película, Hævnen (In a Better World), es a su pareja protagonista, Trine Dyrholm y Kim Bodnia. ¿Será que la cineasta danesa ha caído en una crisis de pánico y ansiedad tras haber recibido el Oscar a la mejor película extranjera? Me parece a mi que va a ser eso. Siendo sinceros la película no está tan mal, pero pierde mucho con la comparación.
De entrada Amor es todo lo que necesitas surge de un planteamiento interesante. Quizás algunas de las situaciones cómicas en las que se presenta el conflicto y sus personajes sean un poco manidas: una peluquera convencida de que su marido le quiere por su belleza interior, se lo encuentra fornicando en el sofá de su casa con la contable de su empresa, que sólo tiene belleza exterior. Pero la naturalidad con la que se muestran las situaciones y esa contención nórdica para no estallar en cólera, facilita que la película no caiga en lo grotesco, como perfectamente podría haber sucedido de ser una película italiana o española. La pena es que a medida que la trama avanza, la naturalidad se va convirtiendo en aburrimiento, la pretendida sencillez con la que se presentan las situaciones evidencia la falta de ideas, y todos los giros de acción se vuelven tremendamente predecibles.
No contribuye en nada contar con un actor como Pierce Brosnan, que apenas aporta el físico a un personaje dibujado de un sólo trazo desde el guión de la película. Mucho más estimulantes resultan intervenciones más pequeñas, como la de Paprika Steen, que seguro recuerdan de filmes com Festen o Idioterne, quien borda un personaje tan antipático como fascinante y que consigue muchos mejores resultados que el actor irlandés. Resaltar la brevísima intervención de la peluquera que trabaja con Ida (Trine Dyrholm), cuyo nombre lamento no recordar. Y si Kim Bodnia está algo justito en su interpretación de marido patético, quizás la que favorezca aguantar toda la película sea Trine Dyrholm, que ofrece una interpretación valiente y emotiva de una mujer confundida entre lo que cree que debe ser su vida y lo que podría llegar a ser si pensara algo más en sí misma.
Lo más probable es que la naturaleza de los altibajos de Amor es todo lo que necesitas se pueda encontrar en su propio origen, que curiosamente también es fruto de la colaboración de la cineasta con Anders Thomas Jensen, que ya fuera guionista de In a Better World. Tendremos que esperar para comprobar si estamos ante una crisis puntual, similar quizás a la que la propia protagonista experimenta, o a la nueva hoja de ruta de Susanne Bier. Para ilusos, un servidor, que pensaba por aquello de la boda y las declaraciones en contra de la directora de boca de Lars Von Trier en aquel festival de Cannes en el que presentaba Melancholia, igual habían llevado a la directora a contestarle con otro tipo de boda. En el fondo sí, es otro tipo, pero mucho más floja de lo que pretendía en un principio. Y eso que no he hablado del número de veces que salen los mismo planos emulando postales típicas de la costa italiana. Es que es todo tan obvio.
Publicado originalmente en EXTRACINE
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