Título original: Incendies
Año: 2010
País: Francia & Canadá
Dirección: Denis Villeneuve
Guión: Denis Villeneuve, con la asesoría de Valérie Beaugrand-Champagne, basado en una obra de Wajdi Mouawad
Producción: Luc Déry & Kim McCraw
Fotografía: André Turpin
Música: Grégoire Hetzel
Montaje: Monique Dartonne
Diseño de producción: André-Line Beauparlant
Decorados: Rana Abboot, marie-Soleil Dénommé, Amin Charif El Masri & Philippe Lord
Reparto: Lubna Azabal, Mélissa Désormeaux-Poulin, Maxim Gaudette, Rémy Girard, Abdelghafour Elaaziz, Allen Altman, Mohamed Majd, Nabil Sawalha, Baya Belal, Bader Alami, Karim Babin, Anthony Ecclissi, Yousef Shweihat…
la mujer que canta
Nominada al Oscar a la Mejor Película en Lengua Extranjera se encontraba este año una película franco-canadiense dirigida por Denis Villeneuve, Incendies. Una espectacular película que en manos de un cineasta estadounidense bien podría haber sido un inconsistente y meloso melodrama, pero que en las manos del cineasta de Québec, se transforma en un impactante y emocionante largometraje que te atrapa desde el mismo prólogo en el que se escucha una canción de Radiohead y al que continua una inquietante primera secuencia que plantea una sencilla trama con la que nos va a contar una complicada historia repleta de sentimientos contradictorios.
Igual que fragmentado es el conocimiento que Jeanne (Mélissa Désormeaux-Poulin) y Simon (Maxim Gaudette) tienen de la vida de su madre, fragmentada se va a mostrar al espectador, en un periplo en el que seguiremos también a los dos hermanos, aunque con la ventaja de conocer algunos hechos antes que ellos. Lo que no implica que seremos capaces de predecir todo lo que van a descubrir, pues Denis Villeneuve sabe dirigir la atención del espectador sobre aquello que le interesa para conseguir contundentes golpes de efecto, pero sin necesidad de artificio visual, sino todo lo contrario, con la sencillez y la naturalidad más absolutas.
No sabe quien es su madre y está buscando a su padre.
No parece nada casual la elección de las canciones de Radiohead para ilustrar algunas de las secuencias de Incendies. Igual que los temas de la banda británica, la trama de la película tiene una carga emocional que siendo dolorosa, nunca llega a ser traumática, pero que tiene la capacidad de sensibilizar al espectador para todo lo que tendrá que digerir. Exactamente lo mismo que Nawal Marwan (Lubna Azabal) hace con sus hijos pues, en lugar de contarles ella misma todas esas experiencias que han marcado la vida de una mujer entre hombres, de una cristiana entre musulmanes, les obliga a experimentar por sí mismos lo que ella vivió, al tener que volver a los mismos lugares en los que ella estuvo.
De esta manera, su hija sentirá en su piel el mismo rechazo que ella tuvo en su propio pueblo, así como le llegarán al corazón las muestras de afecto de otras personas que se identificaron con ella y su causa, de la misma manera que lo hará también el espectador. Insisto en que si algunas secuencias —como la del autobús— pueden ser realmente impactantes y dolorosas, nunca llegan a ser desagradables, debido a la extremada sensibilidad con la que están abordadas, alejándose siempre de todo sensacionalismo emocional.
Educar al enemigo co lo que la vida me ha enseñado.
Si Denis Villeneuve estructura a la perfección su película desde el guión, igualmente tiene la capacidad de contar en imágenes y trasmitir con exactitud un mensaje en el que destaca en primer lugar el impresionante retrato de una mujer fuerte y noble, capaz de salir adelante por sí misma, siendo fiel a sus propios principios y sin doblegarse ante ninguna adversidad. En segundo lugar, resulta ciertamente gratificante que ante tanto dolor y sinrazón, Nawal Marwan tenga la capacidad de encontrar la paz espiritual a través del perdón y la comprensión, demostrando que con la violencia y el odio nunca se consigue llegar a ningún sitio.
No puedo terminar sin elogiar y alabar la prodigiosa y turbadora interpretación de Lubna Azabal en el papel de Nawal Marwan. Una actriz que ya participara en otros títulos de alcance internacional como Red de mentiras (Body of Lies, 2008, Ridley Scott), Paradise Now (2005, Hany Abu-Assad), Otros tiempos (Le temps qui changent, 2004, André Techiné) o Exils (2004, Tony gatlif) y que, al igual que no paran de salirle proyectos internacionales al director de Incendies, podamos seguir disfrutando de su carisma y personalidad en otros personajes tan intensos y emocionantes como el de “la mujer que canta”.
Publicado originalmente en EXTRACINE
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