Título original: Something Borrowed
Año: 2011
País: EE.UU.
Dirección: Luke Greenfield
Guión: Jennie Snyder, basado en una novela de Emily Giffin
Producción: Broderick Johnson, Andrew A. Kosove, Aaron Lubin, Pamela Schein Murphy, Molly Smith & Hilary Swank
Fotografía: Charles Minsky
Música: Alex Wurman
Montaje: John Axelrad
Diseño de producción: Jane Musky
Decorados: Leslie E. Rollins
Vestuario: Gary Jones
Reparto: Ginnifer Goodwin, Kate Hudson, Colin Egglesfield, John Krasinski, Steve Howey, Ashley Williams, Geoff Pierson, Jill Eikenberry, Jonathan Epstein, Leia Thompson, Sarah Baldwin, Mark La Mura, Lindsay Ryan, Kirsten Day, Christopher Peuler, Herb Lieberz, Jimmy Palumbo, Mary O'Rourke, Marina Hirschfeld, Tim Dunavant, Noel Poyner, P.T. Walkley, Scott Hollingsworth, Nicky Kulund, Jared Schlemovitz, Desira Pesta…
nunca querrás que te lo devuelvan
Una Una cosa es decir que Something Borrowed sea una comedia romántica y otra cosa es decir que haya romanticismo (y humor) en la película dirigida por Luke Greenfield. Vale que el asunto romántico esté implícito en la película porque trata de los sentimientos de sus personajes, pero si el humor no lo pones de tu parte mucho me temo que no vas a poder soportar las incongruencias del guión de Jennie Snyder a partir de una novela de Emily Griffin. Antes de comenzar a echar bilis por la boca, quizás debería avisarles que se trata de un guión escrito por la que fuera guionista y productora de series como Mujeres de Manhattan (Lipstick Jungle, 2008-2009) o Sensación de vivir: la nueva generación (90210, 2008-y sigue, Gabe Sachs, Jeff Judah, Darren Star & Rob Thomas), por lo que imagino que no les pillará de sorpresa. ¡Aviso que el comentario está lleno de spoliers!
Lo que más me llama la atención de Something Borrowed —-para mal—- es que en este mundo femenino —-que nada tiene que ver con la exquisita sensibilidad de cineastas como Jane Campion—- el concepto de amistad está tremendamente devaluado, pues si bien podría entender que dos estereotipos —-que no personas—- tan opuestas como Rachel (Ginnifer Goodwin) y Darcy (Kate Hudson) pudieran ser amigas —-de hecho perfectamente podrían complementarse la una a la otra—-, lo cierto es que da la impresión de que son verdaderas y auténticas enemigas. O por lo menos es lo que se desprende tras la insoportable irrupción de Darcy cuando Rachel tiene su cita con Dex (Colin Egglesfield), en la que lo malo ni siquiera es lo que sucede —-que Darcy (completamente borracha) se ligue a Dex delante de las narices de Rachel—-, sino que al día siguiente Rachel no le confiese a Darcy cuales son sus sentimientos hacia Dex.
Tampoco es que los personajes masculinos estén mucho mejor representados pues aunque Dex corresponde al estereotipo de hombre ciego, obtuso, cobarde y fácilmente manejable que parece debe hacer las delicias de guionista y novelista, mientras que Ethan (John Krasinski) se revela como su verdadero y auténtico ideal masculino: un hombre con sensibilidad femenina con el que pueden hablar y al que también pueden utilizar para copular. También está el que en la película denominan hombre de las cavernas, Marcus (Steve Howey), que acaba por representar el hombre indicado para las rubias y para procrear.
Yo me pregunto realmente, ¿qué mujer querría estar junto a un cretino que no es capaz de ver todos los sentimientos que despierta en su persona? Obviamente, un individuo así no merece la atención de nadie que no sea igual de cretino que él —-en ese sentido Darcy es totalmente merecedora de un hombre así. Pero, volviendo al tema de la amistad, ¿quien querría estar con un pavo del que descubres que ha sido capaz de pedir la mano de tu amiga, cuando en realidad no sentía por ella esa cosa que se llama amor?
A lo mejor yo no he entendido bien la película y en realidad el objeto de la película era ridiculizar el feminismo sensiblero de Rachel, lo digo, sobre todo, por momentazos como cuando ella le pide a Dex que paralice los preparativos de boda y él le contesta que es demasiado tarde, que seguirá adelante con la boda a pesar de que ella ya le ha confesado su amor (después de no sé cuantos años). Otro momento delirante es cuando Ethan le confiesa que no es gay y que ha estado sufriendo todo este tiempo las hemorroides en silencio. No doy crédito ni tengo dinero para pagar la hipoteca.
Tras soportar a estos personajes no puedo llegar a otra conclusión que la de que también se equivocan cuando Rachel le dice a Dex que “ella (Darcy) necesita algo mejor y tú (Dex) también”. No es cierto. Todos ellos necesitan algo mucho mucho mucho mucho peor. Les propongo una fiesta en una sala de intercambio de parejas, seguro que ellas acaban con ellas y ellos con ellos. No me cabe ni la menor duda, dado el lío que todos ellos tienen en la cabeza.
Podría hablar de las caricaturas que representan Ginnifer Goodwin y Kate Hudson, pero no dudo que ambas han hecho lo que les han pedido. Quizás me causa un poco de desasosiego la actitud de Kate Hudson. No ya por escoger uno tras otros personajes insulsos en películas bobas, sino por empeñarse en emular a su maravillosa madre, Goldie Hawn, cuando el encanto de ésta no estaba en sus personajes, sino en ella misma, pues podía estar interpretando a la pija más insípida, que ella siempre era capaz de conquistar al espectador. Y lo peor de todo, no sólo es el estereotipo que representa Darcy, es que se tira toda la película completamente borracha. ¿Se supone que eso es cool?
En fin, la moraleja que proponen en Something Borrowed es que si te acuestas con el prometido de tu amiga, aunque sepas que no se quieren, lo más probable es que al final te quedes con él. Algo que el espectador sabe que va a pasar desde el minuto uno de la película, con lo cual, ¿para qué verla?
Publicado originalmente en EXTRACINE
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