Título original: Piranha
Año: 2010
País: EE.UU.
Dirección: Alexandre Aja
Guión: Pete Goldfinger & Josh Stolberg
Producción: Alexandra Aja, Mark Canton, Grégory Levasseur & Marc Toberoff
Fotografía: John R. Leonetti
Música: Michael Wandmacher
Montaje: Baxter
Diseño de Producción: Clark Hunter
Dirección Artística: Marisa Frantz
Decorados: Marcia Calosio
Vestuario: Sanja Molkovic Hays
Reparto: Richard Dreyfuss, Ving Rhames, Elisabeth Shue, Christopher Lloyd, Eli Roth, Jerry O'Connell, Steven R. McQueen, Jessica Szohr, Kelly Brook, Riley Steele, Adam Scott, Ricardo Chavira, Dina Meyer, Paul Scheer, Brooklynn Proulx, Sage Ryan, Cody Longo, Brian Kubach, Ashlynn Brooke, Cavin Gray Schneider, Bo Jacober, Franck Khalfoun, Genevieve Alexandra...
Oscar al gamberrismo y la simpatía
Descarada, gamberra y divertida —-tal y como se preveía—-
son los tres mejores adjetivos con lo que puedo calificar Piranha, la película dirigida por Alexandre Aja, remake de Piranha, la que dirigiera Joe Dante en
1978, curiosamente mismo año del nacimiento del director francés.
No creo que haga falta extenderme sobre el argumento, lo mejor
que puedo decir es que funciona a la perfección como película de terror
dentro de un estilo gore, como comedia
llegando a la autoparodia, o como película nostálgica que nos hace reencontrarnos con muchos
de nuestros mitos de infancia y adolescencia a través de la presencia de
actores como Christopher Lloyd o Richard Dreyfuss, que hace un evidente
homenaje a Tiburón (Jaws, 1975, Steven Spielberg).
El valor más positivo de la película es que ofrece
clara y llanamente lo que promete, consiguiendo que te olvides
de su precedente —-aunque siga la misma raspa por la que discurriera—- gracias
a una perfecta actualización y contextualización de los personajes, si en la del 78 la
pareja protagonista era un outsider alcohólico que se dejaba la
piel por salvar a la joven P.I. contratada para resolver lo que les había
sucedido a una pareja devorada por las pirañas en una base abandonada del
gobierno, en esta es la sherriff Julie Forester (Elisabeth Shue) la que pone toda la carne en
el asador hasta descubrir el cráter abierto en el fondo del lago por el que se
han colado el travieso espécimen y salvar después a sus hijos.
La fiesta del verano que se montan en
medio del lago es absolutamente coherente, cierta y verdadera, o al menos así
las hemos podido ver en cualquier programa televisivo veraniego, incluida la
música que escuchan. Quizás el único que esté algo pasado de rosca sea Jerry O’Connell, cuyo
personaje, lejanamente basado en un director de cine pornográfico, es algo
menos verosímil que las propias actrices porno que intervienen en la película,
que resultan mucho más naturales (y no va con doble sentido). Es, ciertamente,
memorable el momento Lakme de Delibes, alusión directa a la famosa secuencia
protagonizada por Catherine Deneuve y Susan Sarandon en El ansia (The Hunger, 1983, Tony Scott), colocando un motivo más que alude
a la sangre y al hambre carnívora.
Es una pena que el señor James Cameron no tenga el suficiente sentido del humor como para haber participado en la
película con el cameo que se le propuso —-no sé si los que le aman conocen que
su primera película, y una de las mejores que ha hecho desde mi punto de vista,
no fue otra que la secuela de la cinta de Joe Dante, Piraña II: los vampiros del mar (Piranha Part Two: The Spawning, 1982), que le
encantaría borrar de la faz de la tierra y del mar—-, y al que se negó.
Me sumo también a las palabras de Mark Canton, uno de los productores de la
cinta, que se ha tenido que defender de las duras críticas del director de Titanic (1997) —-a mi me daría más vergüenza esta—-
que no ha podido contener su rabia por volverle a relacionar con tan entrañable
producto de diversión, a la que ha criticado por recordar películas 3D malas
—-según él—- de las que se hacían en los años ochenta. ¡Claro tío, si es que de
eso se trataba! De recordar una época, ellos no lo han escondido y, de hecho, su
acercamiento les ha funcionado a la perfección, desde mi punto
de vista, claro. He aquí un pequeño detalle de la respuesta del productor:
"El señor Cameron, que se vanagloria de ser un visionario del
cine, parece tener una visión limitada en cuanto a las obras que no son las
suyas"
Lo único negativo que puedo decir de Piranha es respecto al
guión de Pete Goldfinger y Josh Stolberg, que si bien el que escribiera
en su momento John Sayles no
mereciera un premio Pulitzer, sí que llegaba a alternar perfectamente las dos
ideas que hacían funcionar la película: la lucha del hombre contra la
naturaleza por un lado y la del hombre consigo mismo por el otro; faltando
en este remake una segunda trama que le diera una dimensión algo más
consistente, no siendo suficiente la de Jake Forester (Steven R. McQueen) y su necesidad de reivindicar su masculinidad con Kelly (Jessica Szohr).
También puede que el final se precipite,
pues aunque el baño de sangre en la fiesta de verano es largo, sabroso y
contundente, hubiera necesitado una segunda dosis de aniquilación masiva, o por
lo menos, que me la hubieran servido algo más dosificada y no toda en el mismo
plato.
Publicado originalmente en EXTRACINE
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