sábado, 25 de septiembre de 2010

Lope


Título original: Lope
Año: 2010
País: España & Brazil

Dirección: Andrucha Waddington
Guión: Jordi Gasull & Ignacio del Moral
Producción: Mercedes Gamero, Jordi Gasull, Edmond Roch, Tadeo Villalba, Tadeo Villalba hijo & Andrucha Waddington
Fotografía: Ricardo Della Rosa
Música: Fernando Velázquez
Montaje: Sérgio Mekler
Decorados: Federico Ghio & Isabel Viñuales
Vestuario: Tatiana Hernández
Reparto: Leonor Watling, Sonia Braga, Luis tosar, Alebrto Ammann, Pilar López de Ayala, Selton Mello, Antonio de la Torre, Miguel Ángel muñoz, Juan Diego, Antonio Dechent, Félix Cubero, Jordi Dauder, Silvia Casanova, Carla nieto, Marina Salas, Héxtor Colomé, Mariano Venancio, Ramon Pujol, Canco Rodríguez, Ignacio del Moral, César Vea, Paco Luque, Tomás del Estal, María Jesús Hoyos, Alfonso Torregrosa, Raquel Escobar, Jon Koldo Vázquez...


¿una miniserie en las salas de cine?

Me pregunto si no habría sido más apropiado enviar la película dirigida por Andrucha Waddington, Lope, a los Emmy mejor que a los Oscar, a la vista de que tiene mucho más de miniserie que de largometraje y, ciertamente, más parece el episodio piloto de lo que pudiera convertirse en una serie de televisión en la más pura tradición folletinesca.

Es curiosos que los comentarios de los actores en los clips de promoción de la película se empeñen en resaltar la vida de Lope de Vega por encima de su obra. Por un lado resulta muy adecuado pues, aunque parezca que le interesa la poesía y el teatro, casi es la parte menos importante de la película y la excusa para que se desarrolle la trama amorosa —-una vez terminada la película, al que no conoce su obra, debe darle la impresión de que apenas hizo cuatro obritas de teatro—-; aunque por otro lado resulta bastante equívoco, pues la acción se centra en una sóla de las múltiples aventuras que viviera este auténtico hombre del renacimiento.

¿Puede haber influido el hecho de que una de las productoras de la película sea una televisión privada española en el cariz sensacionalista de la película? Mi respuesta es, definitivamente, afirmativa. No sólo es que lo único que les interesa a sus promotores sean los romances y aventuras que tuviera el poeta de la misma manera en que las televisiones actuales se interesan por las vidas amorosas de actores, músicos, toreros, políticos y prostitutas, sino que, además, los únicos momentos interesantes de la película son los enfrentamientos, esos mismos que, desgraciadamente, tan a menudo se producen y promueven en esas televisiones.



    "Somos lo que la gente cree que somos"

Estos momentos son sólo tres: el enfrentamiento dialéctico de Lope (Alberto Ammann) contra el marqués de Navas (Selton Mello) propiciado por Isabel (Leonor Watling), el enfrentamiento contra Jerónimo Velázquez (Juan Diego) teniendo a Elena de Osorio (Pilar López de Ayala) como excusa, y el enfrentamiento que se produce al final de la representación teatral en la que públicamente insulta —-con mayor o menor razón—- al que fuera su primer mentor. El resto de la película no tiene ningún interés, para mi.



    "No hay nada mejor que estudiar a las obras ajenas para aprender"

La breve clase magistral que Jerónimo Velázquez le imparte a Lope de Vega, no parece haber hecho meya ni en los guionistas de la cinta, Jordi Gasull e Ignacio del Moral, ni en su director, Andrucha Waddington, aunque claro, dado que todos ellos han realizado la mayoría de sus trabajos para la televisión, no debería sorprendernos el resultado obtenido que nos ofrece un producto impersonal que pasa del drama familiar a la comedia romántica, a mitad de camino entre Alatriste (2006, Agustín Díaz yanes)  y Cyrano de Bergerac (1990, Jean-Paul Rappeneau) para, tras una ridícula fase como road-movie acabar convertido en un vulgar drama judicial. Vulgar no porque por los dramas judiciales lo sean, sino porque ellos lo hacen vulgar.

Lo que se resuelve con sencillez en una primera secuencia en la que parece se nos alerta sobre la excepcional capacidad de Lope para la poesía al ser increpado por un marido que le pagara por escribir un poema para su amada que resultó ser demasiado profundo y certero, contrasta con la torpe y sensiblera secuencia en la que parece quedar fascinado por las bambalinas del teatro, algo que resulta además contradictorio pues daba la impresión de que ya se dedicara a ello en esa primera secuencia.

No vamos a esperar, evidentemente, que en una película que trata de recosntruir un período histórico concreto, vayan a hablar de la misma manera en la que se hablaba en esa época. Nos obligaría a recurrir a los subtítulos para entender algunas de las expresiones. Pero vuelve a contrastar la lectura de la carta de Lope en el primer plano de la película, en el que sí utiliza un tono neutral en favor de una mínima coherencia histórica, pero ese tono se disuelve en el enfrentameinto con el marido, en el que más que estar en el Madrid de finales del siglo XVI, pareciera que estuviéramos en una serie de televisión cualquiera que se desarrollara en un barrio chungo, por no decir en San Blas —-conocido barrio de la considerada princesa del pueblo: Belén Esteban.

Alberto Ammann demuestra que es un actor absolutamente limitado que si bien puede funcionar a la perfección en las secuencias de acción, no es capaz de transmitir ni la capacidad creativa de Lope de vega, ni ese carisma que arrastró a tantas y tantas féminas a sus pies. Su nula capacidad destaca, por comparación, en cualquiera de los planos que comparte con Leonor Watling, Pilar López de Ayala, Juan Diego, Antonio de la Torre o la breve pero intensa intervención de Sonia Braga.

Sorprende la baja calidad de Luis Tosar que dispara sus palabras como si le molestaran en la boca y que, sorprendentemente para un actor eminentemente cinematográfico, recita su texto como si de teatro clásico se tratara. Nunca entenderé la inclusión de Miguel Ángel Muñoz —en esta o en cualquier otra película—-, uno de los peores actores del mundo. Más que nada porque debe ser la primera película en la que participa en la que no muestra su torso desnudo, cosa para la que, indudablemente, ha nacido.

Publicado originalmente en EXTRACINE

2 comentarios:

  1. Sin ninguna duda has dado en el clavo. Yo no conozco de Lope más de lo que me enseñaron hace años en el instituto, pero no me parece que la película refleje ni su vida ni su obra, más bien parece que le utilicen como excusa o reclamo para hacer una película de época, de esas tan bonitas, con un protagonista "culturalmente" conocido. Tal vez no ocurriera nada si al menos fuera entretenida, pero en mi opinión, ni si quiera lo consigue.

    Yo también dije "Oh Dios Mío" cuando vi los logotipos de las televisiones participantes. A sí que afortunadamente ya desde el principio sabía lo que se me venía encima.

    Con el tema de Miguel Ángel Muñoz también estoy de acuerdo, es lo primero que comenté al salir de la sala. ¿Qué hace ese chico ahí? Si la película ya es para cogerla con pinzas, mete a este chico en el reparto, claro, seguro que terminarás de hundirla. Creo que este actor debería estar prohibido por el gobierno.

    Concluyendo, me da la sensación de que ha ocurrido algo similar, que no igual, que con "Tirant Lo Blanch" (no puedo poner cursiva aquí, lo siento) de Vicente Aranda, que no fue más que una excusa para atender a las necesidades fisiológicas de este señor...

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  2. Me encanta lo de la cursiva... se acepta con comillas!!!!!

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