Título original: L'empreinte de l'ange
Año: 2008
País: Francia
Dirección: Safy Nebbou
Guión: Cyril Gomez-Mathieu & Safy Nebbou
Producción: Michel Saint-Jean
Fotografía: Eric Guichard
Música: Hugues Tabar-Nouval
Montaje: Bernard Sasia
Diseño de producción: Cyril Gomez-Mathieu
Decorados: Olivia Bloch-Lainé
Vestuario: Terry
Reparto: Catherine Front, Sandrine Bonnaire, Wladimir Yordanoff, Antoine Chappey, Michel Aumont, Michèle Moretti, Sophie Quinton, Geneviève Rey-Penchenat, Héloïse Cunjin, Arthur Vaughan-Whitehead, Zacharie Nebbou, Marie-Julie Baup, Pascal Elso…
confundir sensibilidad con locura
Nunca es tarde si la dicha es buena. Pocas veces viene tan bien tenar a mano un refrán como este, popular no sólo en alusión al contenido de la película, sino al retraso con el que se estrena la película dirigida por Safy Nebbou, que a pesar de tener ya nueva película: L’autre Dumas, comienza ahora la trayectoria internacional de L’empreinte de l’ange. Un título en el que además de contarnos una tremenda historia, podemos encontrarnos con un fascinante duelo interpretativo entre dos actrices como Catherine Front y Sandrine Bonnaire, que algunos conocerán por sus colaboraciones con cineastas como Claude Chabrol, Philippe Lioret o Régis Wargnier.
En oposición al cine estadounidense que utiliza géneros para que el espectador pueda identificar con facilidad las emociones que debe sentir con una determinada película, el cine francés tiene esa curiosa cualidad de mostrarnos un drama que acaba revelándose como una auténtica película de terror. Porque no debe haber nada más terrorífico para una madre que despertarse de un accidente y que le hayan robado a su hija recién nacida, o que venga otra señora a decirte que tu hija de siete años es aquella que le dijeron que había muerto.
Lo más tremendo de todo, no sólo es que a un guionista —-dos en este caso pues la propia directora lo escribe en colaboración de Cyril Gomez-Mathieu, con quien ha escrito los guiones de sus tres largometrajes realizados hasta la fecha—- se le ocurra una historia como esta, sino que esté inspirada en un historia real. Se agradece que en lugar de condicionarnos con la típica y fastidiosa etiqueta que en el cine estadounidense se apresuran a colocar al principio, aquí la dejen para el final de la película, consiguiendo, si cabe, un efecto mucho más impactante en el espectador.
A pesar de que todos están magníficos en la película, incluidos los niños y, particularmente, Héloïse Cunin que hace de Lola, la niña con la que Elsa Valentin (Catherine Front) se obsesiona. Lo cierto es que son las dos madres las que son capaces de sacar adelante unos personajes que no necesitan hablar para transmitir lo que piensan o sienten, en una película que huye de cualquier atisbo de sensiblería y falsa compasión, huyendo otra vez de etiquetas de género, como podría ser el melodrama, porque su directora tampoco se apoya ni en una edulcorada banda sonora ni en una fotografía esteticista. Realismo y cotidianidad le bastan emocionar al espectador.
Una de las cosas que encuentro realmente alarmante de L’empreinte de l’ange es que muestra la facilidad con la que, incluso tus seres más cercanos, tu familia y amigos, llegan a tacharte de loca, sólo porque sientes emociones con más intensidad que otras personas. Y sobre todo por hechos y acciones que todavía no has llegado a cometer. ¿O me dirás que tú no tienes pálpitos?
Publicado originalmente en EXTRACINE
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