Título original: Men in black 3
Año: 2012
País: EE.UU.
Dirección: Barry Sonnenfeld
Guión: Etan Choen, basado en un comic de Lowell Cunningham
Producción: Laurie MacDonald & Walter F. Parkes
Fotografía: Bill Pope
Música: Danny Elfman
Montaje: Wayne Wahrman & Don Zimmerman
Diseño de producción: Bo Welch
Dirección artística: Kasra Farahani, Luke Freeborn, W. Steven Graham, Kevin Ishioka, Maya Shimoguchi & Chris Shriver
Decorados: Susan Bode
Vestuario: Mary E. Vogt
Reparto: Will Smith, Tommy Lee Jones, Jermaine Clement, Emma Thompson, Michael Stuhlbarg, Mike Colter, Nicole Scherzinger, Michael Chemus, Alice Eve, David Rasche, Keone Young, Bill Hader, Cayen Martin, Clarke Thorell, Adam Mucci, Tom McComas, Douglas Crosby, Woodie King Jr., Jack O0Connell, Tobias Segal, Jon Shaver, Gerritt Vandermeer, Alexandra O'Hara, Violet O'Hara, Valence Thomas, Chloe Sonnenfeld, Lanny Flaherty, Jonathan O'Hara, Rick Baker, Joe D'Onofrio, Joseph R. Gannascoli, Katy Frame, Kevin Townley, Stephen Brian Jones, Tyler Johnson, Kati Rediger, Victor Joel Ortiz, Charlie Barnett, Ian Blackman, Jeremy Beiler, Liliane Klein, Britt Johnson, Jared Johnston, Ken Arnold, Jonathan Drew, Joel Brady, David Pittu, Lenny Venito, Anthony J. Gallo, James Martin Kelly, Will McLaughlin, Kimmy Suzuki, Kirk Larsen, Javier José Rivera Nieves, Barry Sonnenfeld, Susan Ringo, Stephanie Ellis, Ben Mac Brown, Amy Erwitt…
los hombres de negro se vuelven sentimentales
Puede que Barry Sonnenfeld no sea un director demasiado brillante, pero no cabe duda que siempre resulta efectivo. En su trayectoria nos encontramos con dos sagas como la de La familia Adams (The Addams Family, 1991) y estos Hombres de negro, que ha salteado con otras películas, de corte siempre cómico, como Cómo conquistar Hollywood (Get Shorty, 1995) o Wild Wild West (1999). Una trayectoria simpática en la que su principal objetivo siempre es el de entretener, lo que desde mi punto de vista, cumple a la perfección, y lo que vuelve a conseguir en Men in Black 3, aunque no con tanto acierto como en sus películas precedentes.
Quizás sea porque ha pasado justo una década desde que se estrenara la última aventura de estos Hombres de Negro, o porque en casi todo ese período el cineasta haya estado trabajando en la televisión, pero se puede apreciar una leve falta de sincronización en esta tercera aventura de los agentes J y K, que si bien reflejaban a la perfección el cine cómico y de acción que se realizaba en los años noventa, parecen quedar parcialmente obsoletos entre los mastodónticos blockbusters de hoy en día. Probablemente se deba a que el cómic original de Lowell Cunnungham fuera en sí una obra de los años noventa en la que tantos extraterrestres poblaban la Tierra. Como ahora la mayoría de la población ya está alienada, las diferencias entre terráqueos y extraterrestres no son tan visibles.
Si por un lado es muy acertado ese viaje en el tiempo para tratar de salvar esa distancia entre la época actual y las películas precedentes, fijar excesivamente la atención en los lazos emocionales que unen los agentes J y K, resulta un tanto excesivo para un producto de estas características. Confieso que mi memoria sobre Men in Black (1997) y su secuela es bastante vaga, las recuerdo como películas divertidas en las que disfruté tanto de su acción como de sus gags cómicos, por eso me sorprende esta excesiva atención hacia los vínculos emocionales de sus protagonistas, que no recuerdo fueran tan fuertes en las anteriores. No es que no les prestaran atención, simplemente que lo resolvían de otra manera, no siendo el centro de la trama, ni la mayor preocupación de sus protagonistas.
En cualquier caso no hay mucho lugar para la decepción, Men in Black 3 ofrece lo que promete: acción, humor y una curiosa colección de extraterrestres. Si deliciosa es la corta intervención de Emma Thompson, prodigiosa resulta la creación de Josh Brolin, que en muchos momentos hace dudar de que sea él y no una animación del propio Tommy Lee Jones rejuvenecido. Will Smith está en su línea, así que si te gusta te lo pasarás pipa, y si no te gusta, tendrás que hacer como que no está, porque hace su personaje de siempre, el de Men in Black y el de cualquier otra película que haga.
Aunque la peor nota se la lleva, precisa y curiosamente, Danny Elfman que nos tortura con una partitura excesivamente descriptiva, de esas que pretenden indicarte el tipo de emoción que debes sentir en cada momento, lo que acompañado de esos excesos sentimentales del guión de Etan Cohen, propician que una vez terminada la proyección y por mucho que hayas disfrutado, te olvides de la película en busca de otro producto de entretenimiento que consiga perdurar un poquito más.
Publicado originalmente en EXTRACINE
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