miércoles, 31 de marzo de 2010

The lovely bones


Título original: The lovely bones
Año: 2009
Nacionalidad: EE. UU., Gran Bretraña & Nueva Zelanda
Dirección: Peter Jackson
Guión: Fran Walsh, Philippa Boyens & Peter Jackson, basado en una novela de Alice Sebold
Producción: Carolynne Cunningham, Peter Jackson, Aimée Payronnet & Fran Walsh
Fotografía: Andrew Lesnie
Música: Brian Eno
Montaje: Jabez Olssen
Diseño de producción: Naomi Shohan
Dirección artístico: Jules Cook & Chris Shriver
Decorados: George DeTitta Jr. & Meg Everist
Vestuario: Nancy Steiner
Reparto: Rachel Weisz, Mark Wahlberg, Stanley Tucci, Saoirse Ronan, Susan Sarandon, Jake Abel, Michael Imperioli, Reece Ritchie, Thomas McCarthy, Rose McIver, Nikki SooHoo, Amanda Michalka, Carolyn Dando, Andrew James Allen, Charlie Saxton, Anna George, Christian Thomas Ashdale, Robyn Malcolm, Stink Fisher, Stefania Owen, Bravo, Bruce Kirkpatrick, Steven Moreti, Evelyn Lennon...
criaturas infernales
No me cabe ninguna duda de que la culpa es mía. La culpa es mía por ver el trailer de The lovely bones y acordarme de aquella maravillosa película de Peter Jackson,  Criaturas celestiales (Heavenly creatures, 1994). Una película con unas soñadoras adolescentes que llegaban a asesinar a la madre de una de ellas, consiguiendo Jackson que el espectador se identificara, plena y totalmente, con las protagonistas asesinas. Aunque la atrocidad de su acto llegase con una desagradable fuerza visual. Aunque el espectador tuviese plena conciencia de que esos hechos no eran justificables ni defendibles. A pesar de todo, era difícil evitar la empatía con las emociones, con la vitalidad y la energía desbordantes de una apasionada amistad que les lleva a terrenos vedados. 
En realidad el filme que nos ocupa empieza bien, Susie Salmon es una simpática e inteligente adolescente -interpretada por una espléndida Saoirse Ronan- que acaba asesinada, en una escalofriante secuencia, por su vecino de la acera de enfrente. Una vez muerta no consigue encontrar el camino hacia la luz y se queda en medio de dos mundos junto a su nueva amiga, Holly Golightly -un maravilloso acierto de la película al que da vida Nikki SooHoo. A partir de aquí la película comienza a dar tumbos sin ton ni son, lo que empieza como un thriller psicológico se convierte en un drama familiar, que con la irrupción del personaje de la abuela (Susan Sarandon) acaba en una comedia desenfrenada (sin gracia para mi), que además tiene secuencias onírico-fantásticas y momentos extrasensoriales y absolutamente todo lo que quepa en la batidora que demanda el personal mundial.
La culpa es mía por no recordar que la historia del cine nos tiene acostumbrados a la completa alienación de cineastas en cuanto pisan suelo norteamericano, o en cuanto pasan de la producción independiente a la industrial, o en cuanto dejan de hacer lo que ellos quieren hacer para hacer lo que creen que los demás quieren ver. Pero es que uno siempre se deja seducir por el recuerdo de filmes como Mal gusto (Bad tate, 1987), Tu madre se ha comido a mi perro (Braindead, 1992), Criaturas celestiales (Heavenly creatures, 1994) o incluso la curiosa The frighteners (1996)… Rastros que nunca he podido encontrar en nigua de las películas basadas en las novelas de J. R. R. Tolkien, ni mucho menos en la absolutamente prescindible e innecesaria King Kong (2005), curiosamente los títulos realizados bajo la tutela y seguridad de la omnipresente y magnánima industria norteamericana. 
Por otra parte es justo señalar las cosas buenas de la película, aparte de las ya mencionadas Saoirse y Nikki, debo añadir la magnífica interpretación de Rose McIver haciendo de la hermana de Susie, Lindsey Salmon… y ahí se queda el reconocimiento interpretativo porque Susan Sarandon está espantosamente exagerada sobreactuada -y mira que cuesta decir esto de Susan-, a no ser que la peluca le pesara demasiado no comprendo su interpretación; Stanley Tucci, da más de lo mismo, más parece una caricatura que un personaje, pero vamos, en la línea de la anterior; a Rachel Weisz no la entiendo mucho, no sé si está en la película o pasaba por allí; y de Mark Wahlberg, mejor ni hablamos porque sólo se me ocurre un adjetivo para su interpretación: patética, sobre todo cuando hace que llora.
La parte técnica tampoco ayuda mucho, el vestuario, la dirección artística, chromas y efectos especiales tienen algo así como un aprobado alto, no creo que se merezca el notable, sería demasiado, al fin y al cabo maquillaje y peluquería estarían dentro del apartado artístico y queda probado con lo de Susan y Stanly, pues como que no. Lo verdaderamente insoportable es ese montaje vertiginoso, como si estuviéramos en una película de acción, que no deja que te sientas a gusto con los personajes, que te distrae, más que ayudarte a entrar en la película, que resulta cansino de tanto movimiento y cambio y... Aquí entiendo que el señor Jackson tendrá mucha responsabilidad, no se lo vamos a dejar todo al principiante Jabez Olssen, que, a pesar de haber participado como ayudante de montaje en la etapa norteamericana de Jackson, es este su primer filme como montador jefe. 
En cualquier caso, todos estos puntos negativos los resalto porque esa excesiva utilización de recursos estéticos distraen con el discurso principal de la historia que, aunque tarde, florece en la última parte de la película y que va más dirigido a las familias que han tenido perdidas similares a la que, involuntariamente, deja Susie Salmon en su familia que al manido discurso del ojo por ojo. El mensaje de Susie trata de tranquilizar a sus seres queridos, para que puedan reanudar sus vidas, para que recuerden lo mejor que tienen de ella, para que miren al futuro y no se queden anclados en un pasado que, lamentablemente, ya no tiene arreglo. No es que no tenga interés en que su asesino sea capturado o en que vuelva o no a aterrorizar a otras niñas y castigar a sus familias. En todo caso, está más preocupada por las posibles futuras víctimas inocentes, para que estén alerta y no se dejen engañar ni engatusar con falsos lobos vestidos de corderos, para que se mantengan alerta en todo momento, para que no se distraigan de sus objetivos ni se salgan del camino y sean tan imprudentes e ingenuas como lo fue ella. 
También es cierto que vuelve a ser muy complaciente en el momento en que padre y hermana, con sólo mirar a su vecino, son capaces de leer en su mirada que él es el asesino de Susie,  Complaciente, manipulador y tratando de quedar bien con el gran público, se encarga de imponer una ridícula secuencia, a modo de justicia poética, para subsanar que la familia de Susie no haya podido resarcirse a gusto. Yo, por lo menos, tampoco me quedé a gusto, pero ni con el final, ni con todo lo demás.

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