Título original: San qiang pai an jing qi
Año: 2009
País: China
Dirección: Zhang Yimou
Guión: Shi Jianquan & Jing Shang, basado en el guión de "Blood Simple", escrito por Ethan Coen & Joel Coen
Producción: Kong William & Zhang Weiing
Fotografía: Zhao Xiaoding
Montaje: Meng Peicong
Reparto: Sun Honglei, Xiao Shen-Yang, Yan Ni, Ni Dahong, Mao Mao, Zhao Benshan…
humor limón
Tras su paso, sin pena ni gloria, por el Festival de Berlín (del año pasado) y con el rimbombante título en España de Una mujer, una pistola y una tienda de fideos chinos, se estrena la penúltima (ya tiene una más) película de Zhang Yimou, San qiang pai an jing qi, en la que hace un remake de la que fuera la magnífica ópera prima de los hermanos Joel y Ethan Coen: Sangre fácil (Blood Simple, 1984), que dejara a más de uno perplejo en su butaca. Y perplejo me quedo con esta versión china, pero más porque pareciera que Yimou quiere hacer de ella una versión multicolor del programa cómico de Takeshi Kitano, conocido, al menos en España, como Humor amarillo.
Porque si en su original, Simple Bood se planteara como un filme dramático para terminar siendo una comedia negra y oscura, envuelta en un inquietante ambiente de Film noir, San quiang pai an jing qi resulta ser una muestra de cine cómico en la tradición más slapstick, envuelta en un fabuloso vestuario multicolor, presidido por una flamante luna en un paisaje impresionante, pero cuya gracia queda atrapada debajo del cañonazo de demostración de la primera secuencia.
Evidentemente, no se trataba de hacer la misma película que los hermanos Coen, eso lo entiendo. A lo mejor me he quedado trastornado con los dientes que luce uno de los personajes. Puede que sus andares de idiota (no trato de insultar, es que anda así) constituyan alguna metáfora incomprensible para mi. O que simplemente se tate de hacer un homenaje al humor de otros hermanos, los Farrelly, pero el caso es que el chiste, no lo pillo. No. ¿O se trataba de hacer un guiño a Monty Python con la manera en que llega la policía? Y encima la película acaba resultando larga y hasta pesada.
Personalmente, siempre he sido un admirador del cine de Zhang Yimou, tanto de su primera etapa cuando hacía esos fascinantes dramas románticos como Ju Dou (1990) o La interna roja (Da hong deng lona goa goa gua, 1991), como los dramas rurales en la línea de Qui Ju, una mujer china (Qui Ju da quan si, 1992) o Ni uno menos (Yi ge dou bu neng shao, 1999), sus dramas históricos como Vivir (Huozhe, 1994), o incluso ese giro espectacular que dio con filmes como Hero (2002) y La casa de las dagas voladoras (Shi mina mai fu, 2004). Cierto es que no he visto todas sus películas, pero este humor absurdo y grotesco, no lo entiendo.
Y no es que no me guste el humor grotesco, de hecho disfruto con Humor amarillo y con las propias películas absurdas de Takeshi Kitano, que también las tiene; con algunas de las películas (no todas) de los Farrely y con todas las de Monthy Pyton. Pero a Zhang Yimou, desde mi punto de vista, se le han pasado los fideos.
Publicado originalmente en EXTRACINE
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