Título original: En mand kommer hjem
Año: 2007
País: Suecia & Dinamarca
Dirección: Thomas Vinterberg
Guión: Morten Kaufmann, Morgens Rukov & Thomas Vinterberg
Producción: Morten Kaufmann
Fotografía: Anthony Dod Mantle
Música: Johan Söderqvist
Montaje: Soren B. Ebbe & Valdís Óskarsdóttir
Diseño de producción: Morten Isbrand & Anja Wessel
Dirección artística: Manudela Riger-Kusk
Vestuario: Anne Mette Trolle
Reparto: Oliver Moller-Knauer, Ronja Mannov Olesen, Helene Reingaard Neumann, Thomas Bo larsen, Brigitte Christensen, Morten Grunwald, Karen-Lise Mnster, Ulla Henningsen, Shanti Roney, Paw Henriksen, Morten Schaffalitzky, Christopher Laesso, Nicolaj Kopernikus, Ruben Utke Acs, Ted Pappas, Lotta Tejle, Salvatore Mastruzzo, Klaus Pagh, Martin Hestbaek, André Babikian, Said Milanpouri, George Mihalache, Andrei Mihalache, Meltiade Mihalache, Ion Constantin, Tone Mygind Rostboll, Anna Sofie Holmgaard Didriksen, Soren Vinterberg…
cómicos traumas familiares
Caprichos de la distribución, cuando hace casi un año se estrenaba la última película de Thomas Vinterberg, Submarino (2010), aterriza ahora en las carteleras españolas, su anterior filme: En mand kommer hjem. Una película en el que recupera a Thomas Bo Larsen, con quien ya trabajara en Celebración (Festen, 1998) o Querida Wendy (Dear Wendy, 2005), y que protagoniza junto al debutante Oliver Moller-Knauer. Uno de esos filmes en los que sus protagonistas viven auténticas tragedias, para deleite de los espectadores, que las encontrarán muy divertidas y entretenidas.
La primera broma de Thomas Vinterberg es el tono que adopta. Esa típica entonación grandilocuente europea, con una voice over, a la manera de El tambor de hojalata (Die Blechtrommel, 1979) la mítica película de Volker Schlöndorff, que nos explica las causas del tartamudeo del protagonista de la película, Sebastian (Oliver Moller-Knauer), como consecuencia del trauma de conocer que su padre se suicidara en las vías del tren. Al pasar los años Sebastian crece convirtiéndose en aquello que su padre no era: un hombre fiel e íntegro con las mujeres. Pero esa integridad se verá comprometida, precisamente en el momento en que descubra que aquella historia que le contaron sobre el suicidio de su padre, pudiera no ser del todo cierta.
La majestuosidad de la fotografía de Anthony Dod Mantle contrasta con la ligereza de un historia que, sin embargo, parece tener como objetivo demostrar que los traumas psicológicos tan sólo son producto de las barreras personales que cada individuo se marca con el fin, tanto de llamar la atención sobre los demás a través de la compasión, como de atormentarse con el recuerdo de un suceso que en realidad no presenció. Un trauma que también padece Maria (Ronja Mannov Olesen), aunque por causas diferentes, y que ambos conseguirán superar, eso sí, a través de acontecimientos que les suceden verdaderamente a ellos.
Quizás el ritmo de Cuando un hombre vuelve a casa, así ha sido titulada la película en España, no sea lo suficientemente adecuado para el tipo de historia que se está contando, o tal vez sea una cuestión de longitud, pero el caso es que, en algunos momentos del final, la película se hace un poco larga. Aunque no lo suficiente como para enturbiar esta tierna comedia familiar en la que los que sí tienen un tratamiento verdaderamente cómico desde el principio son el equipo de cocina del Hotel en el que trabaja Sebastian. Un grupo de excéntricos y disparatados personajes que, junto con el “tío” Anna (Ulla Henningsen), consiguen disparar el tono cómico de la película. Que no es que sea para morirse de risa, pero que se agradece como una golosina entre horas.
Publicado originalmente en ETRACINE
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