sábado, 24 de septiembre de 2011

El árbol


Título original: The Tree
Año: 2010
País: Francia, Australia, Alemania & Italia

Dirección: Julie Bertuccelli
Guión: Julie Bertuccelli & Elizabeth J. Mars, basado en una novela de Judy Pascoe
Producción: Yael Fogiel & Sue Taylor
Fotografía: Nigel Bluck
Música: Grégoire Hetzel
Montaje: François Gédigier
Diseño de producción: Steven Jones-Evans
Vestuario: Joanna Park
Reparto: Charlotte Gainsbourg, Morgana Davies, Marton Csokas, Christian Byers, Tom Russell, Gabriel Gotting, Aden Young, Penne Hacksorth-Jones, Gillian Jones, Zoe Boe, Bob MacKay, Ryan Potter, Murray Shoring, Taren Stewart, Robert Joseph Stewart, Wencis Burns, Margaret Foote, Betty Cartmill, Patrick Boe, Arthur Dignam, Wendy Playfair, Jackie Kelleher, Benita Collings… 

duelo ecológico en familia 

En principio no me resulta interesante discutir la paternidad de una película —entendiendo que el padre será siempre el productor—, particularmente cuando se trata de una producción en la que intervienen cuatro países con una herencia cultural tan dispar como Francia, Italia, Alemania y Australia, a pesar de que hablemos de una película rodada enteramente en inglés. Pero sí que es cierto que, en la mayoría de las ocasiones, nos puede ayudar a entender la aproximación formal en la que se ha realizado la película, cuando asimilamos que madre sólo hay una —entendiendo que la maternidad recaerá siempre en las labores de dirección—, siendo en el caso de The Tree, la cineasta Julie Bertuccelli, legitimándonos para hablar de una preciosa y emotiva película francesa.

En su primera película como directora, y tras haber trabajado como ayudante de dirección para cineastas como Jean-Louis Bertucelli —su padre—, Krzysztof Kieslowski o Bertrand Tavernier; Julie Bertuccelli se decanta por la adaptación de una novela de Judy Pascoe en la que, precisamente, la pérdida del padre a causa de una muerte natural, pero repentina, desestabiliza a toda una familia que parece encontrar en la naturaleza una manera de sobrellevar y superar su duelo.

Con una exquisita fotografía absolutamente naturalista de Nigel Bluck, Bertucelli hace un particular uso de la prosopopeya y nos presenta a la majestuosa higuera plantada al lado de la casa de la familia O’Neil, como un personaje más de la película, que les servirá para asimilar que si el ser humano tiene la capacidad de elección ante determinadas encrucijadas vitales, siempre se verá sobrepasado por la actuación tajante e imprevisible de la naturaleza, que en este caso, les ayuda también a pasar página.

No sería posible afrontar este relato si su directora no contase con un espléndido reparto capaz de comunicar y transmitir esas emociones tan intangibles y personales que no se pueden comunicar con palabras. Si el peso de la acción recae en una de las mejores actrices del panorama internacional, como Charlotte Gainsbourg, es imposible pasar de largo ante la fabulosa presencia de una joven actriz, Morgana Davies, en la que no es su primera incursión cinematográfica, sino la segunda y acaba de terminar el rodaje de la que será su tercera película junto a Sam Neill y Willem Dafoe en The Hunter (2011, Daniel Nettheim), y que, ciertamente, dará mucho que hablar en un futuro.

En definitiva, exquisito cine intimista cargado de un existencialismo ecológico familiar, no apto para los que buscan acción desenfrenada, pero sí para los que buscan emotividad y sentimientos. Antes de que llegue El árbol de la vida (The Tree of Life, 2011, Terrence Malick), claramente pueden ponerse a tono con The Tree. En versión original, si’l vous plaît, por Morgana más que nada, dudo mucho que le hagan justicia en ningún doblaje.

Publicado originalmente en EXTRACINE

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